3ª JORNADA - 06/12/2009
BOSQUE DE MOAL
Bonito horreo en la poblacion de Moal
Este día amaneció con más lluvia, y según los partes del tiempo no tenia que parar en todo el día. Aun así, ya que había madrugado, me dirigí al pueblo de Moal para realizar la ruta que tenia preparada. Pero antes de salir del coche para empezar a andar me lo pensé mas de dos veces. Al fin me decidí y a las 9:15 de la mañana, ataviado con el chubasquero y los pantalones de agua me eche a caminar. Al principio apenas llovía, pero enseguida comenzó la ducha, que prácticamente no ceso en toda la ruta.
Cruzando un pequeño arroyo
Comencé cruzando el estirado pueblo, bonito por cierto. Y tras cruzar el Río Muniellos enseguida me interne en un frondoso bosque de castaños y robles. El principio de la ruta discurre cercana al río y por el valle. Tras cruzar, por unas praderas, un arroyo que baja de las montañas se penetra en un bonito bosque de castaños. Tras pasar por otras praderas comienza la ascensión bajo un bosque de robles y castaños y junto a un vertiginoso arroyo.
Cuando ya se ha ganado mucha altura el sendero se adentra en un bonito hayedo. Tras este el camino sigue en fuerte pendiente hasta un lugar donde se acaba el bosque. Desde allí en unos minutos llegue al mirador de Montecín (1.011m.), donde paro un momento de llover y pude almorzar.
Caminando por el bosque de Moal
Desde aquí comencé el descenso, pero por la otra vertiente. El principio de la bajada discurre por un bello y húmedo robledal. Luego la segunda parte, desde el Colláu de Moncóu, discurre por una senda en fuerte pendiente muy embarrada, lo que la hace peligrosa. Al final de esta senda se vuelve a desembocar a la pista principal, por la que subí al principio de la mañana, y de aquí al pueblo ya resta muy poco tiempo.
A las 12:55 llegaba al coche calado de agua hasta las cejas. En total 3h. 40m. y 11 Km. Esta fue una excursión sin dificultad pero muy bonita. En ella pude disfrutar de los verdaderos bosques asturianos. Unos parajes de mucho encanto. Además como estuvo lloviendo toda la mañana estaba todo muy húmedo, lo que le daba mas hermosura al entorno.
Sentado bajo una antigua haya
Una vez en el coche y cambiado, ya con ropa seca, ya no me apeteció volver a mojarme mas así que decidí bajar hacia Oviedo y Gijón. Así que fui a Oviedo a comer y a dar una vuelta por el casco antiguo, eso si, sin cesar en ningún momento de llover. Luego baje hasta Gijón para ver a mi amigo Fran. Por ultimo subí a dormir a Redes, concretamente en Campo de Caso, donde tenía que estar los dos días próximos.
En la plaza de la Catedral de Oviedo
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